“Estoy convencido de que Dios quería que yo fuera beisbolista. Nací para jugar béisbol”.
Por: Isabel Flores, corresponsal La Prensa
Conoce la colección más grande del mundo con los artefactos de béisbol, obras de arte, literatura, fotografías, recuerdos y materiales relacionados con vida y legado de Roberto Clemente, “El Grande”, en el Museo Clemente, ubicado en la histórica Engine House 25, en la sección revitalizada de Lawrenceville en Pittsburgh.
En este museo se encuentran los guantes de oro que recibió en 1966, el premio Silver Slugger, los anillos de la Serie Mundial de 1960 y ’71, los tacos y la base de la serie ’71; así como el contrato firmado en 1967 con los Senadores de San Juan; el último uniforme que vistió con los Senadores en 1972. Sus fanáticos también podrán ver la placa que obtuvo como Jugador Más Valioso (MVP) luego de empujar la victoria sobre los Orioles de Baltimore en la 17ma. Serie Mundial, en 1971; así como el nombre de su esposa, Vera, grabado en un jarrón que Roberto hizo para ella, entre una gran variedad de artículos más que permiten al visitante conocer a fondo sobre lo que hizo el gran astro del béisbol, no solo a nivel profesional sino también sus esfuerzos humanitarios y su vida fuera del campo.
Roberto Clemente es uno de los íconos más importantes de Puerto Rico, le llamaban “El Grande” porque era un superhéroe en el campo de béisbol y fuera de él. Durante 18 años fue jugador de las Grandes Ligas del béisbol y formó parte del equipo de los Piratas de Pittsburgh desde 1955 hasta el 1972, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de béisbol de su tiempo. Considerado un “five-tool player” (alto promedio de bateo, alto promedio en carreras, capacidad de atrape en defensa, capacidad de tiro y velocidad al correr las bases), fue elegido en 15 ocasiones como “All Star”, con 3,000 hits en su carrera y un promedio de vida de .317.
En su carrera de 18 años, recibió todos los premios posibles otorgados en Major League Baseball. Fue ganador de cuatro títulos de bateo, doce Guantes de Oro, elegido Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1966 y de la Serie Mundial en 1971, con dos campeonatos en 1960 y 1971.
Sin importar sus habilidades en el campo, tuvo que afrontar al igual que otros atletas, la carga de los prejuicios raciales y culturales ya que la lucha por la justicia social estaba latente en todos los rincones del país en ese entonces. Enfrentó esas cargas con dignidad, orgullo y empatía por los menos afortunados. En cuanto a sus críticos, los silenció con su asombroso bate y su milagroso brazo. Fuera del campo, construyó una reputación como humanitario, apasionado por ayudar a los niños a través del deporte. Hoy es tan conocido por su pasión por ayudar a los demás como por su pasión por el béisbol. En cada temporada baja, Clemente jugó pelota de invierno en su país de origen, contribuyendo en gran medida a sus increíbles récords de bateo y brazo milagroso.
Clemente dedicó su hit número 3000 a los fanáticos de Pittsburgh y al pueblo de Puerto Rico.
El astro murió en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972 a los 38 años, mientras llevaba suministros de ayuda a las víctimas del terremoto en Nicaragua. Fue consagrado al Salón de la Fama del Béisbol en una elección especial el siguiente año, cuando el equipo de los Piratas retiró su uniforme número 21.
Recibió póstumamente la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil en este país, cuando el presidente George W. Bush se la entregó a Vera Clemente, su viuda.
El Museo Clemente es una organización sin fines de lucro dedicada a preservar la vida y el legado de Roberto Clemente. Todos los tours requieren una reserva. Si tiene un grupo de doce o más y desea un recorrido privado, favor de enviar mensaje a info@clementemuseum.com o llamar al 412-621-1268 para consultar disponibilidad.