Three generations: Linda Alvarado-Arce (left), her mother, Laura Alvarado (right), her grandchildren (future college graduates) Laurita (left) and Micaela Boes (right of center).

De la Universidad de Toledo (UToledo)

¡Porque no es una carrera corta, sino una maratón!

Después de muchos años de no rendirme nunca, de cambiar el título de mi tesis varias veces, de desechar mi conjunto de datos inicial y de atascarme en el proceso, ¡por fin lo logré! Esta semana me llamarán Dra. Linda Alvarado-Arce. Finalmente, obtendré mi doctorado en Educación, Fundamentos y Liderazgo, con una especialización en Educación para Talentosos de la Universidad de Toledo (UToledo). Y todo esto se lo debo a mi maravilloso esposo, Román (Ray) Arce, y a mis padres, quienes me apoyaron mucho y me trajeron al Norte (noroeste de Ohio) siendo adolescentes hispanos y que no mas hablaban español, escapando la pobreza que tienen en la frontera sur de los Estados Unidos. Mi madre tenía 16 años cuando estaba embarazada de mí y mi padre 18. El grado más alto que ambos completaron fue Christian Junior High School en Laredo, Texas.

Con nada que perder, mis padres decidieron viajar al norte con amigos para buscar trabajo y una vida mejor para mí y, más tarde, mis hermanos. Este viaje en coche los llevó a Lansing, Michigan, donde las fábricas de automóviles llevaban a cualquiera. Allí nací, y mi padre trabajó toda su carrera en Power Train, también conocida como General Motors (ORGULLOSO del Unions), hasta su retiro. Esta decisión de mudarse al norte para darme a luz y criarnos, a mi hermana y a mi hermano, en Defiance, Ohio, fue la mejor decisión que pudieron haber tomado. Aunque adoro Laredo, la pobreza es rampante en la frontera sur de los Estados Unidos y las oportunidades educativas son limitadas.

Cuando mi padre fue trasladó a Defiance, Ohio, vivimos frente al Defiance College la mayor parte de mi vida. Allí, mis padres tomaban clases de inglés como segundo idioma (ESL), ya que solo hablaban español. Obtuvieron su título de Desarrollo Educativo General (GED). Mi madre, por su parte, obtuvo su licenciatura en trabajo social en Defiance College y se convirtió en Trabajadora Social Licenciada (LSW) en el estado de Ohio. Trabajó para los Servicios de Adicción al Alcohol y las Drogas de Five County, impartiendo educación sobre los efectos negativos de las drogas, el alcohol y la violencia doméstica, y para los campos de trabajo agrícola para migrantes haciendo lo mismo.

Incluso, mi mama, realizó sus prácticas de trabajo social en Compass & SASI, aquí mismo en Toledo, Ohio. En aquel entonces, SASI estaba dirigido por el exalcalde Jack Ford, quien, desde este puesto y con mi madre como estudiante y con muchos otros miembros de la comunidad latina, creó Adelante, una agencia de prevención del abuso de sustancias en español que alguna vez estuvo ubicada en el histórico South End de Toledo. Incluso fue amiga de Sofía Quintero y sigue siendo amiga de Arturo y muchos de los otros fundadores del Centro Guadalupe. Se retiro de los Servicios Infantiles del Condado de Paulding, donde fue investigadora de abuso y negligencia infantil, y toda vía trabaja como trabajadora social en Compassion Toledo para un programa que ella misma cofundó llamado “Con-Pasión,” una agencia de servicios de salud mental y recuperación especializada en la población latina, hispanohablante, que llena el vacío que dejó Adelante, Inc.

Y mi padre obtuvo un título de asociado en justicia penal, trabajó en GM, fue voluntario como policía cuando fue necesario, fue miembro activo del United Auto Workers (UAW), de los Knights of Columbus y, junto con su mejor amigo, Jessie Juárez, abrió el primer camión de comida, el “Taco Wagon,” en el noroeste de Ohio, que estaba presente en todos los festivales locales y ferias del condado. Mis padres siempre quisieron compartir su cultura, idioma y gastronomía con la gente del noroeste de Ohio. Mi papá traía cerámica, canicas y productos mexicanos de México al Norte y los vendía en el granero que teníamos afuera de nuestra casa, en la zona norte de Defiance. Este amor y la preservación de nuestra cultura latina también fueron las razones por las que mis padres se convirtieron en miembros fundadores de la Hispanic Awareness Organization (HAO) y de muchas otras organizaciones e iglesias comunitarias latinas, como el Club Latinoamericano, la Iglesia Vida y, ahora, Compassion Toledo.

Mis padres también eran muy políticos; trabajaron en la campaña de Richard Celeste, en los comités estatales de derecho al voto y en grupos proinmigrantes. Algunos de los eventos latinos que más me cambio mi vida fue en Columbus, Ohio, con la creación de la Ohio Latino Affairs Commission, las iniciativas latinas “Get Out the Vote” de la década de 1980, y cuando marchamos con César Chávez por la Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW) cuando él llegó a Toledo. Mi madre incluso fue la primera latina en postularse para la Junta de Educación de nuestra ciudad, Defiance, Ohio.

Gracias al amor de mis padres por la educación, y a que mi madre siempre me llevaba a su alma máter, Defiance College, al otro lado de la calle y a sus clases o eventos del campus, rápidamente me enamoré del aprendizaje y la vida universitaria. Y, bueno, también ayudó que vivimos entre todos los profesores universitarios, jugara e fuera a la escuela con sus hijos, y aprendí desde muy joven la importancia de la educación y de ser bilingüe. Mi madre y yo incluso enseñábamos español fuera de casa a todos los niños del vecindario cuando era niña.

Mi tío Eduardo incluso me llevaba a su alma máter, la Michigan State University (MSU), en Lansing, Michigan, donde obtuvo su Licenciatura en Educación y se retiro como profesor de educación bilingüe en Denton, Texas. Pero esto no es sorprendente, ya que mi tío abuelo, su tío, fue uno de los primeros latinos en graduarse de la Universidad de Baylor. Así que la educación y el amor por la educación, especialmente por la educación bilingüe, corren por mis venas. He pasado toda mi vida viajando entre Estados Unidos y México, visitando mi familia en ambos lados de la frontera. Mi familia está en Texas, Arizona, Ohio, Wisconsin, Nuevo Laredo, Monterrey y Saltillo, México. Y toda mi vida lo pase siendo bicultural, bilingüe, traduciendo y en inglés y español.

Yo tengo una Licenciatura en Artes con especialización en Trabajo Social. Al igual que mi madre, soy Trabajadora Social en el estado de Ohio (LSW). Soy mediadora certificada y redactora de subvenciones. Desde mis años de estudiante universitaria, siempre he trabajado con la comunidad latina de una forma u otra. Mis primeras prácticas de trabajo social durante mi licenciatura fueron en Adelante, Unison, Harbor y los Centros de Salud Comunitarios que antiguamente se ubicaban en el antiguo South End y el Eastside de Toledo. Después de realizar prácticas en estas agencias locales, me convertí en coordinadora, evaluadora y redactora de subvenciones para Adelante, Trabajadora de Servicios Familiares para E.O.P.A./Head Start y, posteriormente, Subdirectora del programa Head Start del Condado de Monroe (MI), donde supervisé la Gobernanza del Programa, los Servicios Sociales, la Participación de Padres y Familias, las Iniciativas de Paternidad, numerosas aulas y el departamento de transporte.

Pero cuando uno de mis hijos le diagnosticó con un cáncer cerebral, y yo acababa de dar a luz a mi cuarto hijo, me divorcié y dejé mi trabajo en Michigan. Acepté un puesto en las Escuelas Públicas de Toledo (¡Orgulloso de TPS!) como Coordinador de Padres de Distrito para estar más cerca de casa y cuidar mejor de mi recién nacido, mi hijo con cáncer, mi hijo autista, y mi hijo talentos. Fue en ese momento, bajo la dirección del superintendente Eugene Sanders, que restablecí el Congreso de Padres de TPS, y gracias a él y a Richard Jackson, me ofrecieron una beca para completar mis Maestría en la Universidad de Toledo y la Universidad Estatal de Bowling Green (BGSU) a través de la Colegio de Educación. De hecho, me ofrecieron una beca completa para BGSU al graduarme de la preparatoria, a través de un programa para latinos que mis padres y otros desarrollaron en Defiance. Pero no estaba lista para la universidad en ese momento y decidí casarme y mudarme a Virginia Beach, Virginia.

Leonardo Menchaca
B.B.A. Operations and
Supply Chain Management, B.B.A. Entrepreneurship and
Innovation
“Being a Multicultural
UToledo graduate means finally seeing the fruition of a community that I have grown and built. Stepping back and
realizing not only the impact a community had on myself but seeing where my own mark has also been left onto the next graduates.”

Mi decisión de regresar a la universidad y asistir a UToledo se debió a que necesitaba un trabajo bien cerca y que tenía días libres para estar con mis hijos. Así que cambié mi especialización de trabajo social a fui con educación, GRACIAS a la Dra. Laurie Dinnebel y a Hernan Vasquez, ex miembro de la Junta Directiva de UToledo. Obtuve una beca completo y empleo en la universidad, lo que me permitió mantener a mi familia y completar mi Maestría en Educación, en Fundamentos Educativos y Liderazgo (FOED). Trabajé con el Juez Devine, David Kontur y otros para crear un Centro para Padres en UToledo. Trabajé con la Dra. Dagmar Morales a través de la Oficina de Iniciativas Latinas (OLI), y una vez que se retiró, me ofrecieron su puesto bajo la dirección del Dr. Daniel Johnson. En ese puesto, la Dra. Dagmar Morales y yo creamos la Asociación de Alumnos Latinos (LAA), PRIMOS (un programa de mentoría para estudiantes en UToledo) y reinicié la extinta Graduate Student Association (GSA). El tema de mi tesis de maestría fue “Los factores relacionados con el éxito académico de los estudiantes latinos en una universidad del Medio Oeste.”

Desde que obtuve mi maestría, he impartido clases en UToledo y BGSU sobre democracia y educación, raza, clase y género, escuelas y sociedad, y educación bilingüe para estudiantes de educación. Además, he presentado, coescrito y publicado en revistas académicas educativas de la cultura latina y la educación superior, investigación cualitativa, reseñas de libros y coescrito un capítulo de un libro sobre Identidades culturales y profesionales docentes y resultados estudiantiles (Kumar y Alvarado, 2013, pp. 250-253).

Fui la primera directora latina de la Junta de Relaciones Comunitarias (BCR) de la ciudad de Toledo hasta que la administración del alcalde Kapszukiewicz reescribió una ordenanza municipal para eliminar este puesto. Compré y me convertí en propietaria de la única librería móvil feminista de Ohio, People Called Women, LLC. Soy la editora de este periódico bilingüe (español/inglés), La Prensa, Inc. Soy presidenta de la junta directiva, Avance Latinx Académico Society (ALAS), que supervisa la única escuela pública bilingüe latina de Toledo, Escuela SMART Academy. Ofrezco mis servicios como voluntaria en las fronteras norte y sur de Estados Unidos y en otros países, como Polonia, Alemania y México. Cofundé el Greyhound Connection, soy miembro del Comité de la Campaña de la Declaración de Santuario Internacional, de la Fronteriza Canadiense y copresidenta de la Comunidad de Reconciliación (FOR)-USA, formo parte del Comité Internacional (ICOMM) de la Comunidad Internacional de Reconciliación (IFOR) y soy embajadora del Museo de Arte de Toledo (TMA).

Como dijo un estudiante en la Graduación Multicultural 2025 de UToledo el sábado 26 de abril, la educación superior no es una carrera de velocidad, sino un maratón. Y tenía toda la razón. Ha sido un maratón muy largo y agotador para mí, pero por fin he llegado a la meta, y le doy gracias a Dios por todas estas experiencias y por darme la fuerza y ​​el coraje para nunca rendirme.