Artículo Opinión Jesús Antonio Fernández Olmedo.
Jul 27, 2025: El país luso ha reaccionado ante la aprobación de la nueva ley antimigración que ha sido rechazada , por ahora.
Esta ley ponía en tela de juicio la reagrupación familiar, los visados para los ciudadanos procedentes de las ex colonias , la creación de una unidad policial para expulsiones así como los hijos de migrantes ya no tendrían derecho a la ciudadanía.
Cuando un país ya no acoge a migrantes de sus ex colonias muestra su debilidad y por tanto un declive social y económico.
Todos los imperios caen , tienen un proceso de subida y finalmente cuando llegan al “éxito” comienzan su caída libre de forma vertiginosa.
Portugal no iba a ser una excepción.
Si lo llevamos a un terreno doméstico la imagen podría ser algo así : cuando tengo dinero de sobra doy algo , cuando me falta ya no doy nada o me duele mucho dar.
La gente no quiere dar porque dar duele.
Sólo quiere recibir.
Pero he aquí que recibir siempre es imposible , tienes que dar para que también a lo mejor un día tus válidas acciones te vuelvan.
La gente cree de una forma ingenua que tener, recibir es más que dar.
Estamos hablando de un pueblo también por más inri que se considera “cristiano” y que no tiene comportamientos propios de esa religión para nada.
Entonces el efecto que se produce en la sociedad es : cuando nos haces falta y te necesitamos puedes venir de otros países , cuando ya no te necesitamos , te echamos.
La utilización de las personas como norma , que tampoco casa mucho con el mensaje de Jesús de Nazaret, dicho sea de paso.
Toda una contradicción en las sociedades occidentales que va en aumento por una visión centrípeta de la vida donde todo gira alrededor del propio individuo y más allá del yo no hay nada.
No debemos olvidar tampoco que estas personas vienen de lugares que fueron colonizados y esclavizados en su momento por el país anfitrión y que simplemente cuando se les ha robado vienen a reclamar lo suyo.
Es decir , las acciones tanto negativas como positivas vienen de vuelta.
Cada sociedad es responsable de sí misma y de sus hechos , no buscar culpables afuera sería la postura más inteligente y por cierto más humana.
Comenzar un cambio transformador en el seno de la sociedad que abarcara la diversidad desde un plano no violento sería la base desde la que deberíamos comenzar.
La vida se basa en el crecimiento.