Vivimos expuestos a una avalancha de estímulos y micro-interrupciones que fragmentan la atención, elevan el estrés y erosionan la satisfacción con el trabajo. Defendemos una idea sencilla y poderosa: proteger el foco y diseñar pausas conscientes no son lujos, sino estrategias preventivas para reducir el desgaste que desemboca en burnout. La Organización Mundial de la Salud lo define como un fenómeno ocupacional derivado del estrés crónico no gestionado, caracterizado por agotamiento, distancia mental/cinismo y eficacia reducida.
Una parte importante de nuestro cansancio no viene de “hacer mucho”, sino de cambiar de tarea demasiadas veces. La psicología cognitiva lo llama “coste por cambio de tarea”: al alternar entre actividades respondemos más lentamente y cometemos más errores. El foco no se apaga y enciende como si fuera un interruptor.
Además, cuando saltamos de A hasta B sin cerrar A, parte de la mente se queda “enganchada” en la tarea anterior. Diseñar transiciones claras (minicierres, notas rápidas, checklist de “lo siguiente”), ayuda a liberar la atención.
¿Y las interrupciones “inevitables”? Un estudio clásico halló que solemos acelerar para compensar, pero pagamos el precio: más estrés, frustración, presión de tiempo y esfuerzo. Salimos “adelante”, pero más desgastados.
La buena noticia: pausas breves bien diseñadas funcionan como “reinicios” del sistema atencional. Un metaanálisis en PLOS ONE mostró mejoras consistentes en vigor y fatiga con micro-breaks (≤10 minutos); el efecto sobre desempeño varía según la tarea y tiende a mejorar con descansos algo más largos.
De la teoría a la práctica: focalización + pausas conscientes
1-Protege bloques de foco (y cúmplelos). Elige una tarea significativa y concéntrate durante 25–50 minutos. Apaga notificaciones, cierra pestañas no esenciales y acuerda con tu equipo “ventanas” para mensajes. Así reduces cambios de tarea y atención residual.
2-Cierra antes de saltar. Al terminar un bloque, realiza un minicierre de 60–90 segundos: escribe la próxima acción, guarda el archivo en el punto exacto donde seguirás y ordena el espacio. Ese gesto libera memoria de trabajo y facilita la re-entrada al foco.
3-Introduce micro-breaks a conciencia. Entre bloques, toma pausas breves sin pantalla: ponte de pie, camina, hidrátate o respira profundo. Si la tarea fue muy exigente, añade un descanso algo más largo para maximizar la recuperación.
4-Gestiona las interrupciones. No todas se pueden evitar, pero sí encauzar: agrupa respuestas en ventanas, usa mensajes de “estar en foco” y, si te interrumpen, aplica un ritual de re-entrada (repasar objetivo, siguiente paso, primer gesto). Reducirás la sensación de carrera, y el pico de estrés asociado.
5) El foco no es heroísmo individual. Estas prácticas brillan cuando la organización las respalda: límites de mensajería fuera de horario, criterios claros de urgencia, reuniones con propósito y cargas realistas. La prevención del burnout requiere hábitos personales y decisiones de diseño del trabajo.
En Vacation is a Human Right Foundation (VIAHR) apostamos a que el descanso deje de verse como un premio y se integre al diseño del trabajo y al liderazgo cotidiano.
* María Méndez es presidenta y fundadora de Vacation is a Human Right (VIAHR). Dominicana residente en Nueva York. Ha trabajado con figuras y eventos internacionales como Beyonce, Frank Ocean, Joe Thomas, The Mavericks, Raul Di Blasio, Benicio del Toro y la SuperBowl. https://www.viahr.org/

